“Autoestima” significa “el aprecio, la consideración que nos tenemos a nosotros mismos”.
Está íntimamente relacionado con el “autoconcepto”, que es “la imagen que tenemos de nosotros mismos”, el cual, se va formando desde que nacemos, a través de las experiencias con las personas de nuestro entorno. Es muy importante tener vivencias en las que nuestro autoconcepto salga reforzado, en nuestra infancia, para desarrollar una visión de nosotros mismos de seguridad, confianza y competencia personal; repercutiendo a su vez, en una autoestima sana y fortalecida, de adultos.
Así pues, el autoconcepto se refiere a los pensamientos que conforman la visión que tenemos de nosotros mismos, las interpretaciones y juicios que hacemos ante situaciones, sobre nuestra propia valía y eficacia, las comparaciones con otras personas…
La autoestima tiene un componente más emocional, ya que supone el amor que nos tenemos a nosotros mismos. No siempre es amor lo que podemos sentir por nuestro ser, sino que, dependiendo de nuestro diálogo interno, nuestros pensamientos (ahí entra en juego el autoconcepto), podemos sentir odio, aversión, condescendencia, compasión o angustia.
Desgranemos ahora los componentes de la Autoestima:
1. Pensamientos: es lo que nos decimos. En la mayoría de los casos son automáticos y nos dicen qué somos o no somos. Se repiten y normalizan y no terminamos de ser conscientes de cual es su contenido y la repercusión que tienen. Veamos dos ejemplos:
– Negativos: “soy un/a inútil”, “no soy capaz”, “no lo voy a conseguir”, “me saldrá mal”, “si me equivoco, soy lo peor”, “si no lo consigo, no valgo como persona”, etc.
– Positivos: “soy una persona válida”, “soy capaz”, “lo voy a conseguir”, “voy a intentarlo”, “si no lo consigo no pasa nada”…
2. Emociones: es lo que sentimos cuando nuestro diálogo interno actúa en situaciones en las que nos juzgamos. Si lo hacemos de forma negativa, esos sentimientos serán de tristeza, miedo, inseguridad, frustración, apatía. Si lo hacemos de forma positiva, serán de: alegría, fuerza, seguridad, confianza.
3. Acción: es lo que hacemos o no hacemos, en consecuencia, como resultado de lo que nos decimos (pensamientos) y lo que sentimos (emociones). ¿Pensáis que tendréis motivos y ganas de afrontar un reto si vuestros pensamientos son del tipo “soy inútil, no lo voy a conseguir”? ¿Y si por el contrario, lo que me digo es “eres capaz, inténtalo, puedes hacerlo, si te equivocas no es un problema…”? La respuesta está clara.
Para resumir, la Autoestima se compone de tres elementos interrelacionados y que se retroalimentan entre sí, siendo el elemento “pensamiento”, el desencadenante o causante en primer término, del resto (emoción y acción).
Desarrollad, proteged y amad vuestra Autoestima, vuestro más preciado tesoro. Pensad que, aquella persona que dispone de una autoestima sana, se siente feliz, segura y quiere lo mismo para los que le rodean.
Recoged el poder que habéis cedido al exterior durante tanto tiempo, aquel que siempre os perteneció, consiguiendo enamoraros de vosotros mismos; no necesitando de premios, gratificaciones ni refuerzos externos para sentiros bien.
Sed vosotros mismos, admiraos, comprendeos, permitíos errar, perdonaos, no os juzguéis duramente, no seáis crueles… y sobre todo, ¡vivid y disfrutad de la vida todo lo posible!
Fuentes recomendadas:
– La Autoestima. Luís Rojas Marcos.
– Autoestima: 7 pasos para subir tu autoestima en 7 días. Diego Sánchez.
– La Asertividad: expresión de una sana autoestima (Serendipity). Olga Castanyer.
(Foto principal: Pixabay.com, fotos secundarias: @EugeniaPinta).
2 respuestas a “La Autoestima: nuestro tesoro más preciado.”
Todos los contenidos me han parecido interesantes y muy gratificantes, nacemos, crecemos y envejecemos con nuestras emociones y como las gestionamos, dependerá nuestra calidad de vida. Felicidades
Gracias, Lorena. Me alegro que las publicaciones sean de tu agrado. Sin duda, como tú bien dices, nuestra calidad de vida y felicidad dependerán de cómo gestionemos nuestros pensamientos y emociones. Afortunadamente, es posible aprender la forma más adecuada de hacerlo y modificar aquella que no nos beneficia. Muchas gracias por tu valiosa aportación. ¡Ánimo y suerte con todo en la Vida! Un abrazo y feliz miércoles.