Serenidad, quietud, calma, equilibrio, paz interior… ¿Cómo lo alcanzamos?
Observa una flor.
¿Qué es? Es flor.
¿Dónde está? Está aquí, ahora mismo. Sin cuestionamientos, sin preocupaciones, sin juicios.
La flor acepta la vida. Vive cada momento con toda plenitud.
Nace, se nutre, recibe la energía del sol, experimenta el viento, el calor, el frío, una pisada…
Simplemente es, sin atarse a «cadenas mentales» (para empezar, porque no dispone de sistema nervioso).
En seres más complejos provistos de sistema nervioso, como son los perros, por ejemplo, sucede lo mismo. No hay preocupación por el mañana y el pasado sirve de aprendizaje para vivir plena y conscientemente el Presente.
Si nos adentramos a identificar qué pensamientos nos dañan y nos impiden Ser, poco a poco nos liberaremos y llegaremos a encontrar la quietud interior que olvidamos que siempre tenemos.
Repite: «Todo está bien». «No hay problema». «Todo está bien».
Un libro que descubrí y que me descubrió esta y otras claves vitales es el siguiente:
El poder del ahora: una guía para la iluminación espiritual (Perenne)
